“Poesía fresca, en todos los sentidos de la palabra. Revela a una muchacha inconforme y curiosa que comienza a tantear el terreno de la literatura con absoluta pasión, intensidad y audacia. Fueron escritos cuando Canetti tenía entre 14 y 18 años, en la Habana. Son trazos poéticos llenos de códigos, multiplicidad de mensajes y premoniciones en cápsula que parecen incluso advertirnos no solo de ese “algo intangible y sin coordenadas” que nos espera en cualquier esquina de la vida, sino de todo aquello tangible y palpable que somos a fin de cuentas.