Con un puñado de narraciones mordaces y morbosas sobre nosotros, los mortales, Canetti nos enfrenta al mayor de los miedos humanos: la muerte. Muertos que hablan; vivos que enmudecen y reflexiones sobre los problemas existenciales del hombre en torno a su corto tránsito por la vida. A veces con cierto sarcasmo y otras veces con indulgencia (y hasta con lirismo), estos cuentos abordan desde las cuatro esquinas, cómo asume la cultura occidental el hecho inevitable de la muerte. No hay salida; no hay prórroga: el amor parece ser la única manera de prevalecer.